Reflexión #4: La proporción como lenguaje universal del arte y la arquitectura

Reflexión #4: La proporción como lenguaje universal del arte y la arquitectura

    A lo largo de la historia, la humanidad ha buscado un orden oculto que conecte las formas, los sonidos y los espacios. Desde los templos antiguos hasta las composiciones musicales contemporáneas, la idea de proporción ha servido como un puente en la naturaleza, la matemática y la estética. Los sistemas proporcionales, mas que simples reglas geométricas, representan un lenguaje universal que traduce la armonía del mundo en experiencias visuales y sensoriales. No se trata solo de números o medidas exactas, sino de una forma de entender el mundo. A veces, algo nos parece bello o equilibrado sin saber por que, y es precisamente porque detrás hay una armonía matemática que nuestro cuerpo y nuestros ojos reconocen de manera natural.

    En el video “Strings” que vimos en clase, nos llamo mucho la atención como los puntos, los círculos y las barras representaban notas musicales y como todo se movía con precisión. Los puntitos que giraban en círculo, perfectamente espaciados, nos incitaron a pensar en cómo hasta el sonido tiene una geometría propia. Las cuerdas del instrumento cambiaban su forma y su tono, y eso nos hizo reflexionar sobre cómo en arquitectura también ajustamos proporciones para lograr diferentes sensaciones en los espacios. En ambos casos, ya sea con notas o con muros, lo que buscamos es equilibrio y ritmo.


    El capítulo 11 de “The Anthropology of Numbers” amplia esta visión al argumentar que las matemáticas no son solo números, sino una manera de describir el mundo. Encontrar patrones, ya sea en la danza, la geometría o la arquitectura, es una forma de entender la realidad. Así, el arquitecto o el artista se convierten en traductores de esos patrones invisibles, generando obras que resuenan con la lógica natural. Cambiar de perspectiva, como indica el texto, implica empatía: comprender desde otra mirada el mismo fenómeno. En arquitectura, esto se manifiesta en la capacidad de adoptar proporciones a diferentes culturas, escalas y significados sin perder la armonía visual.

    En cada cultura, la proporción tiene un sentido espiritual. En el Islam, los sistemas decorativos basados en la repetition y la teselación expresan una vision espiritual del infinito. El tatami japonés, en cambio, convierte las medidas proporcionales en una herramienta para definir el espacio y la altura del cuerpo humano. El templo Borobudur en Indonesia transforma la proporción en un camino hacia la iluminación, mientras que los mandalas y los códigos aztecas revelan como la geometría se convierte en en símbolo de orden cósmico. En todos estos casos, las proporciones no son solo media¿das estéticas, sino manifestaciones culturales del equilibrio entre lo humano y lo divino. Todo esto nos hace pensar que la arquitectura no solo construye espacios físicos, sino también formas de pensamiento.


(Teselacion)

(Tatami japonés)



(Templo Borobudur en Indonesia)


(Mandala)

    Al final, comprender los sistemas proporcionales nos ha hecho ver la arquitectura de una forma más profunda. Ya no la vemos solo como técnica o estética, sino como una manera de traducir lo invisible en algo tangible. Las proporciones son el lenguaje que uno lo humano con lo natural, lo racional con lo emocional. Comprender las proporciones es comprender la esencia misma de la creación: la búsqueda de armonía entre forma, número y significado. Así, el arquitecto, el músico o el artista no solo crean obras, sino que traducen la geometría del universo en expresiones que nos recuerdan que todo, desde una nota musical hasta un templo, comparte una misma estructura: la proporción como reflejo del orden natural. Y quizás, al aprender a ver el mundo con esa mirada matemática y sensible a la vez, uno también. aprende a encontrar armonía en su propia vida.

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