La humanidad durante su historia ha tratado de alcanzar de una manera u otra la conexión a la divinidad mediante la arquitectura. Esto con símbolos geométricos, la simetría y las proporciones de estructuras religiosas como los templos y catedrales. Igualmente hubo un momento en la Edad Media donde se buscó cómo construir templos y catedrales mediante estilos diferentes y bajo un ideal específico. Desde los frescos de Rafael Sanzio, el estilo gótico en las catedrales y hasta la creación de la Santa Familia de Antonio Gaudí, las catedrales lograron una mayor altura, mayor iluminación y una simetría que llevan estas estructuras a un nivel nunca antes visto.
Rafael Sanzio trató de visualizar cómo debería ser un espacio divino mediante su fresco de la Escuela de Atenas. Esto era durante el rechazo del estilo románico en los templos y la búsqueda de mayor altura e iluminación en ellos. En el fresco de Rafael se demuestra exactamente lo dicho, el espacio donde se encuentran los personajes es inmenso, compuesto de arcos de altura exagerada, una cúpula en el punto más alto y una estructura simétrica pero liviana con muchas aperturas que permiten la entrada de luz natural. Se supo que este tipo de monumento se podía lograr en la arquitectura romana, ya que se logró hacer un monumento de gran escala con las Termas de Caracalla en Roma.
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| Ejemplo de un templo románico - Ermita de la Anunciada en España |
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| Escuela de Atenas - Fresco de Rafael Sanzio |
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| Termas de Caracalla en Roma |
Se pudo ver entonces una continuación hacia esta visión con la construcción de la Basílica de San Pedro. La misma tomó varios años en ser terminada ya que hubo dificultad sabiendo cómo construir una cúpula sobre un espacio tan inmenso. En 1626 se finaliza su construcción, demostrando la cercanía al cielo con una estructura alta y de gran tamaño y una cúpula con ventanas alrededor permitiendo mayor iluminación.
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| Dibujo "sketch" de la Basílica San Pedro en construcción |
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| Vista de la cúpula de la Basílica San Pedro ya construida |
No obstante, el estilo gótico pudo lograr estos objetivos de otra manera. La Santa Capilla en París fue hecha en 1248 y se utilizó como diseño base del estilo gótico para las demás catedrales. Esta demostró lograr su altura al reducir el espesor de las paredes y reemplazarlos con vitrales de cristal. Además, utilizó arbotantes como elemento estructural en el exterior y un sistema de arcos para crear cúpulas y bóvedas que funcionaban como nervios estructurales. Este estilo se pudo replicar en las próximas catedrales, cada vez logrando más altura y complejidad.
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| Santa Capilla en Paris, Francia |
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Evolución de las estructuras de catedrales góticas
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Varios años después, el estilo gótico va perdiendo reconocimiento, transformando la arquitectura de catedrales a un estilo diferente pero que siguen alcanzando su objetivo original. El diseño de la Sagrada Familia de Antoni Gaudí reta el estilo gótico al tomar en cuenta sus "fallas" como estilo. Gaudí reconoció que estas catedrales no tenían una fachada sino dejaban al descubierto la estructura de ella en el exterior e interior. La catedral resultante termina siendo su propio fenómeno pero siguiendo los mismos principios de altura, iluminación y geometría de una catedral gótica.
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| Vista del techo de la Santa Capilla |
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| Vista del techo de la Sagrada Familia |
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| Sagrada Familia en Barcelona, España |
Durante la historia, estas estructuras han pasado por varios estilos que tratan de capturar una visión especifica de cómo deberían ser hechas. Mediante los frescos de la Escuela de Atenas se trató de alejar del estilo de los templos románicos al visualizar un espacio más alto, de mayor escala, con mayor iluminación y una geometría perfecta. Estas visiones se pudieron ver luego en la basílica de San Pedro. El estilo gótico también quería reformar cómo la catedral debería verse bajo los mismos principios de altura, iluminación y simetría, los cuales se pudieron representar desde la construcción de la Santa Capilla. Finalmente, la catedral se pudo llevar a otro extremo donde se retaba lo que se pudo hacer con las catedrales góticas con la creación de la Sagrada Familia de Gaudí. Todos estos ejemplos en fin logran representar la importancia de estas estructuras al conectar al ser humano a lo metafísico mediante la arquitectura.
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